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Profeta del reino de Dios - Coggle Diagram
Profeta del reino de Dios
Profeta itinerante
Jesús no se instala en su casa de Nazaret, sino que se dirige a la región del lago de Galilea y se pone a vivir en Cafarnaún
La población de Cafarnaún es judía, si exceptuamos, tal vez, los recaudadores de impuestos, algunos funcionarios y, probablemente, una pequeña guarnición del ejército de Antipas
Jesús ve en estas gentes de las aldeas el mejor punto de arranque para iniciar la renovación de todo el pueblo
La vida itinerante de Jesús en medio de ellos es símbolo vivo de su libertad y de su fe en el reino de Dios. No vive de un trabajo remunerado; no posee casa ni tierra alguna; no tiene que responder ante ningún recaudador; no lleva consigo moneda alguna con la imagen del César.
Por otra parte, su vida itinerante al servicio de los pobres deja claro que el reino de Dios no tiene un centro de poder desde el que haya de ser controlado
La pasión por el reino de Dios
Jesús “fue caminando de pueblo en pueblo y de aldea en aldea proclamando y anunciando la buena noticia del reino de Dios” (Lucas 8,1, 10).
El reino de Dios es la clave para captar el sentido que Jesús da a su vida y para
entender el proyecto que quiere ver realizado en Galilea, en el pueblo de Israel y, en definitiva, en todos los pueblos
Un anhelo que venía de lejos
El reino de Dios no era una especulación de Jesús, sino un símbolo bien conocido, que recogía las aspiraciones y expectativas más hondas de Israel. Una esperanza que Jesús encontró en el corazón de su pueblo y que supo recrear desde su propia experiencia de Dios, dándole un horizonte nuevo y sorprendente.
En medio de un pueblo en ardiente espera
La situación de Israel se hizo todavía más desesperada con la invasión de Alejandro Magno primero y de las legiones romanas después. Ningún profeta se atrevía ahora a alzar su voz. Israel parecía abocado a la desaparición
El mensaje de estos visionarios es terrorífico y, al mismo tiempo, esperanzador. El mundo está corrompido por el mal. La creación entera está contaminada. Se va a entablar un combate violento y definitivo entre las fuerzas del mal y las del bien, entre el poder de la luz y el de las tinieblas.
Dios se verá obligado a destruir este mundo por medio de una catástrofe cósmica para crear “unos nuevos cielos y una nueva tierra”. Esta era tenebrosa de desconcierto que vive el pueblo cesará para dar paso a otra nueva de paz y bendición.
Ya esta Dios aquí
Jesús sorprendió a todos con esta declaración: “El reino de Dios ya ha llegado”.
La mejor noticia
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Las cosas tienen que terminar