“En el principio fue el Mediterráneo. Todo lo que a sus costas se acerca, queda tocado de manos azules. Lo que de él se aparta, se hace turbio, pavoroso. África, adentro, era el continente negro: al norte, desde Alejandría hasta Ceuta, resplandece el litoral con sus escuelas de filósofos y nidos de casas blancas. El Asia, densa y misteriosa, cerrábase impenetrable en los vastos reinos de China, de la India; acercándose al charco luminoso, es el “Asia Menor”, poética y musical de Smirna, Tiro, Damasco, Sidón, que canta en el Cantar de los Cantares”.