Hace ya bastante tiempo que la cultura “neuro” entró en el mundo de la educación pisando fuerte, por lo que es bastante corriente encontrar otros términos que sí que nos resultan más familiares, como pedagogía (neuropedagogía) o psicología (neuropsicología), acompañados de este prefijo. La neurociencia ha abierto su propio camino, precisamente, por la importancia de sus aportaciones en las distintas disciplinas del saber. Como nos dice el doctor Francisco Mora, tanto en pedagogía, como en psicología o en educación, la neurociencia nos permite migrar de la cultura de la experiencia, a la cultura de la evidencia. Gracias a esto, hemos podido arrojar luz a las distintas afirmaciones erróneas o malas interpretaciones que se han hecho sobre nuestro cerebro y su funcionamiento. Estas últimas son las que conocemos como neuromitos.
-