Los francos, en sus inicios, cuando aún eran simples tribus aisladas entre sí, se encontraban asentados en el valle del bajo Rin, en los actuales Países Bajos. En el año 250, temiendo el poder creciente del Imperio romano, estas tribus germánicas decidieron unir fuerzas para enfrentarse a los romanos. De dicha unión, nacieron los francos salios y francos ripuarios. luego los francos ripuarios se asentaron en Xanten y Maguncia, siendo independientes en todo sentido de los francos salios.