Atraviesan la barrera hematoencefálica y son poco selectivos en sus acciones, por ello causan efectos adversos indeseables, como sedacción, aumento del apetito y efectos anticolinérgicos (sequedad de boca, visión borrosa, estreñimiento, retención urinaria). Estos efectos adversos se han utilizado en ocasiones con fines terapéuticos. A veces en los niños producen estimulación central en vez de sedación. También tienen un efecto antiemético central, anticinestésico y antivertiginoso.