El dios Efesto, con arcilla y agua moldeó su bello cuerpo con un gran parecido a las diosas inmortales; Atenea, la diosa de la sabiduría, le enseñó las labores femeninas como hilar y tejer hermosas telas; Afrodita, la diosa del amor, le otorgó gracia y atractivo; y Hermes, el dios ladrón, le enseñó a mentir