Los conceptos: son las unidades mínimas indispensable del pensamiento. Se reconocen como generalidad de diversidad de personas, objetos y situaciones que acaban relacionándose. Por ejemplo, triciclo, patineta, playera, cansancio, descanso, amor, compartir; todos atañen a diferentes naturalezas.
La solución de problemas se presenta en cualquier momento del desarrollo humano, desde la infancia, hasta la vejez. Resolver tiene su antecedente en la formación de conceptos. Quien muestra disposición para resolver, escasas ocasiones teme equivocarse o errar, ya que aporta y eso le genera satisfacción personal.
Pensamiento crítico: «es pensar en forma reflexiva y productiva y evaluar la evidencia» (Santrock, 2003, p. 290). Formar criterio promueve la objetividad la aceptación de diversos puntos de vista (salir del egocentrismo), analizar significativamente para profundizar.
Razonamiento: significa juicio, entendido como facultad que permite distinguirr entre el bien y el mal, la verdad y la falsedad. Es resultado de una argumentación en la que coinciden varios por haber interrelacionado adecuadamente variedad de ideas.
Proceso resolutivo
1.-Delimitar la situación problemática: reconocerla y acotarla.
2.-Buscar, planear, ejecutar estrategias resolutivas.
3.-Apreciación de soluciones: valorar la efectividad y viabilidad de la solución.
4.-Replantear situaciones a resolver con sus respectivas soluciones para mantenerse motivado de manera intrínseca y querer aportar nuevas ideas.
5.-Adecuación mental: es solucionar con base en lo ya vivido, en el conocimiento pasado.
6.-Motivación: intrínseca, es decir, buscar los propios recursos desde dentro; extrínseca, tomar recursos ofrecidos de fuera.