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Orientaciones didácticas para el desarrollo de las áreas comunicativas
El desarrollo de la conciencia fonológica
Aprender a reconocer las palabras escritas implica el paso de la utilización inconsciente de las representaciones fonológicas a su uso consciente (Morais, 1998), es decir, pasar del conocimiento implícito al explícito. El conocimiento explícito de las unidades del lenguaje oral no es necesario para hablar o escuchar, pero sí para leer y escribir y llegar a ese conocimiento no es fácil
El desarrollo de la conciencia fonológica es parte del aprendizaje de la lectura en la lengua española, la cual tiene un sistema alfabético que permite hacer “visible” lo “audible”. Sin experiencia alfabética no se logran representaciones conscientes de los fonemas.
Las habilidades de conciencia fonológica pueden mejorarse con la práctica sistemática desde edades tempranas, pues se ha demostrado que niños que han desarrollado habilidades fonológicas antes o durante el aprendizaje de la lectoescritura, son mejores lectores o escritores que quienes no han recibido este tipo de preparación. La conciencia fonológica actuaría como una enzima, la cual ayuda a establecer un ambiente más confortable para el aprendizaje del lenguaje escrito.
Es imprescindible trabajar en estos aspectos de la conciencia fonológica:
La conciencia léxica: habilidad para identificar las palabras que componen las frases y manejarlas de forma deliberada.
La conciencia silábica: habilidad para segmentar las sílabas que componen las palabras.
La conciencia intrasilábica: habilidad para segmentar y manejar el fonema de inicio, final y la rima de las sílabas.
La conciencia fonémica: Habilidad para segmentar y manejar las unidades más pequeñas del habla que son los fonemas (Defior, en MEP, 2012).
Principios básicos
El conocimiento actual del cerebro alrededor de la ciencia de la lectura nos dice que su enseñanza es compatible con la libertad pedagógica, con estilos variados de enseñar, con la implementación de métodos y abordajes distintos dependientes del criterio de cada docente.
El único objetivo que se debe buscar es guiar a los niños a progresar, lo más eficazmente posible, en el reconocimiento fluido de las palabras escritas (Dehaene, 2011, p.11
Principio de la enseñanza explícita del código alfabético
Correspondencia fonema-grafema
Unidad en la diversidad
Semejanzas y diferencias que distinguen un grafema de otro
Combinación de letras o de grafemas
Movilidad de letras o de grafemas
Correspondencia espacio y tiempo
Discriminación en espejo
Principio del aprendizaje activo asociando lectura y escritura
Es necesario asociar las actividades de lectura y escritura. Aprender a formar y escribir las palabras facilita el aprendizaje de la lectura en distintos niveles. Las distintas investigaciones demuestran que la lectura mejora cuando cada estudiante practica la exploración activa de las letras, tocándolas y trazándolas. Agregar las destrezas motoras al aprendizaje de la correspondencia fonemas-grafemas, facilita recordar esta correspondencia y evita confusiones como con ‘b’ y ‘d’.
Las actividades de escritura y composición de palabras a mano o con ayuda de letras móviles, ofrecen al estudiante un papel activo y creativo. Estas deben practicarse a diario y paralelamente a las actividades de lectura.
Principio de transferencia del aprendizaje explícito al implícito
Facilitar el paso de una lectura lenta, cancaneada, con esfuerzo, a una lectura fluida y rápida. Cuando la lectura es fluida, el estudiante deja de concentrarse en el código y puede reflexionar alrededor del sentido del texto, hay comprensión.
La enseñanza de la lectura puede tener entonces dos etapas:
Una fase de enseñanza explícita, durante todo un año o más, donde el estudiantado se adueñe de las reglas de la decodificación de palabras escritas en español.
Otra fase de aprendizaje implícito que se extiende durante los siguientes años escolares y donde el estudiante internaliza esas reglas. Esta fase inicia rápidamente, pero su eficacia depende sobre todo de la frecuencia y la intensidad de las lecturas.
Principio de la participación activa, atención y motivación
Participación activa del estudiante
Atención y concentración:
Motivación:
De la decodificación a la comprensión: procesos paralelos
La fluidez
Un requisito para que el estudiante se convierta en buen lector, es lograr que lea fluidamente tanto en silencio como en voz alta. El lector que alcanza la fluidez deja de centrar sus esfuerzos en la decodificación y puede enfocar su atención en lo que el texto comunica; lee de manera precisa, sin esfuerzo y con una entonación que expresa el sentido del texto.
Vocabulario
El vocabulario juega un papel determinante en la comprensión de lectura, ya que si la población estudiantil desconoce los vocablos, es difícil que comprenda el significado del texto. Por otra parte, si conoce más palabras puede leer textos de mayor complejidad, lo que a su vez le permite un mayor dominio de vocabulario y adquirir nuevos conceptos.
El disfrute de la lectura y la literatura
Para desarrollar la habilidad de comprensión de lectura es deseable que el estudiante adquiera, desde temprana edad, el gusto por leer y cuente con abundantes oportunidades de hacerlo. Desde esta perspectiva constituyen elementos relevantes en el currículo la selección adecuada de las obras y el acceso a numerosos textos, aprender a utilizar las bibliotecas y los recursos propios de las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación).
La literatura es un arte en sí misma y, por consiguiente, está cargada de sentido, emotividad y ficción. Por lo tanto, debe valorizarse como recurso para el disfrute, el desarrollo de la creatividad y el aprendizaje (no motivado por el estudio de teorías literarias).
Las tareas de comprensión propuestas avanzan gradualmente desde la relación con las vivencias propias, hasta profundizar en el contexto de la obra para aportar al estudiante una posibilidad de enriquecer su mundo personal. Por esta razón, la literatura en la educación primaria tiene como propósito fundamental afianzar la lectura de la obra literaria como fuente de placer y de enriquecimiento personal.