Se construye la teoría de la “puerta de control” (TPC) de Melzack y Wall (1965) para integrar comprensivamente los factores psicológicos y fisiológicos en la explicación del dolor. Sobre esa base se desarrollaron las explicaciones multidimensionales del dolor, prestando atención tanto a elementos sensoriales como a aspectos emocionales y cognitivos como las percepciones, atribuciones, expectativas, creencias, autoeficacia, control personal, atención, solución de problemas, afrontamiento, autocharla e imaginería mental.