Ambos proveedores nos aportan soluciones para cualquier tipo de necesidad que tengamos y estructuran su oferta de una forma muy pareja. Existen diferencias en la manera de facturar, Amazon lo hace por horas, mientras que Google lo hace por minutos y, además, ofrece descuentos por uso continuado. Por esto, aunque ambos tienen un rendimiento similar, Google es, a día de hoy, la opción más económica.
La categorización de las instancias que hace Google es bastante simple, tienen instancias normales e instancias preemptible. La diferencia es que las preemptible son mucho más baratas porque no están reservadas para nuestro uso, como máximo podemos usarlas durante 24 horas y, si por necesidades de carga fueran necesarias, Google nos las podría quitar antes.