La RI puede ser primaria (defectos en la formación de la insulina o de los receptores insulínicos), secundaria (envejecimiento, gestación, obesidad, HTA, intolerancia a la glucosa, síndrome de ovarios poliquísticos, etc) o por condiciones particulares congénitas raras (leprechaunismo, lipodistrofia, acantosis nigricans, síndrome de Rabson Mendelhall)