Desde el punto de vista de los vencidos, la conquista no fue la eliminación, sino un nuevo momento de su historia y de la historia de todos nuestros pueblos en su conjunto, que tenemos que ver “desde abajo”, venciendo interpretaciones que hacen del triunfo ibérico una “gesta gloriosa”, sin recordar que junto a su indudable importancia, están también el hecho de la conquista y su secuela de sojuzgamiento y explotación.