La incidencia de la HSA es de 2-22 casos por cada 100.000 individuos, correspondiendo al 5% de todos los ictus. La media de edad de esta enfermedad son los 55 años, por lo que afecta a personas más jóvenes que el resto de los ictus. Es por ello, por lo que a pesar de ser un ictus menos frecuente, tiene un mayor impacto en la población activa; de hecho el 27% de la cantidad de años de vida productivos perdidos por ictus es debido a esta patología. Es ligeramente más prevalente en mujeres, con una relación mujer-hombre de 1,6:1. La mortalidad es muy elevada, del 45%, y un 10-15% de los pacientes fallecen antes de llegar al hospital