La literatura, como la química, provoca reacciones y cambios en la materia. A su vez, la química se nutre de metáforas y recursos literarios cuando intenta exponer su relato científico, cuando narra los hitos históricos, presenta sus personajes más relevantes o nos describe su espacio emblemático: el laboratorio. Aplicamos la literatura al momento de hacer ensayos, trabajos, presentaciones de química entre otras cosas.