Las novelas y relatos de Lino Novás Calvo y Alejo Carpentier, de Virgilio Piñera y José Lezama Lima e, incluso, de Severo Sarduy y Reinaldo Arenas, son ficciones que ignoran su naturaleza ficticia, que se entregan sin culpa a la invención de otros mundos literarios. Cabrera Infante, en cambio, carga con esa desilusión de la prosa moderna que es más una herencia de Joyce que de Proust, de Mallarmé que de Valéry. Marcel Proust