Estructural: Por otro lado, el humor acuoso, al igual que el humor vítreo en el interior de la cámara posterior del ojo, ayuda a conservar la estructura del ojo. Hay que tener en cuenta que la presión que ejerce el humor acuoso entre la córnea y el cristalino contribuye a la forma natural de esta parte del ojo. Esto permite, a su vez, que la refracción de la luz se realice de forma adecuada y, en consecuencia, que veamos correctamente.