Para cada una de las modalidades elegidas se han ubicado varias categorías analíticas. Primera, la conceptualización de capacitación que hace el sector responsable de ejecutar la política; segunda, el propósito hacia dónde orientar las acciones, aquí se incluyen varios niveles: el económico, el social, el político y el educativo; tercera, la concepción educativa de la capacitación, cuyos parámetros de análisis son: a) la filosofía que subyace en el proceso capacitador, b) el enfoque didáctico que se le da, c) las técnicas y los procedimientos más adecuados para el aprendizaje, y d) la organización o forma como se articulan las partes del proceso capacitador (quién programa, financia, ejecuta, acredita y evalúa); en este rubro se han ubicado los siguientes actores del proceso: el Estado, la iniciativa privada, los instructores, los promotores, los sindicatos, los partidos políticos y los trabajadores. Cuarta, el ámbito de acción y manejo de los programas.