Elegir esta opción es considerar que el pensamiento diario, el que se expresa en las conversaciones diarias, en la transmisión de los rumores, la narración de los recuerdos o las pasiones de la muchedumbre, no posee finalmente ninguna de las especificidades y requisitos del pensamiento científico al que puede compararse. Pero significa considerar que tiene otros. Que posee, dicho de otro modo, una coherencia y una lógica propia que corresponde a la psicología social comprender y restituir. Esta fue toda la ambición del trabajo de Michel-Louis Rouquette.