Factores de resiliencia:
Bebés: activos, afectivos, con patrones regulares de sueño y alimentación, temperamento fácil.
Niños: comunicativos, muy sociables, afectivos, responsivos, reflexivos, independientes, con confianza en sí mismos, implicados, con buen rendimiento escolar, con capacidad de logro, etcétera.
Familias: con menos de cuatro hijos, que tuvieron la oportunidad de establecer lazos afectivos estrechos, por lo menos una persona proporcionó atención y cuidados estables a los más pequeños, prácticas socializadoras de la familia, existencia de reglas, el control parental, y la asignación de tareas domésticas.