El docente debe poseer habilidades técnicas, administrativas y humanas que le permitan poner en práctica teorías, enfoques y métodos educativos, siendo capaz de planificar, organizar, dirigir, controlar, supervisar y evaluar, poseyendo igualmente un espíritu incentivador y persuasivo para lograr aumentar la productividad en la gente al saber cómo incentivar, dirigir, e inspirar entusiasmo y confianza.
Las instituciones educativas no están preparadas para enfrentarse a estos nuevos retos que imponen los paradigmas emergentes de globalización, la apertura al cambio y la competitividad, siendo inexistente la cultura organizacional.
Debe partirse desde la transformación de las aulas de clase en verdaderos sitios amenos para el aprendizaje, se hace imprescindible la formación integral del docente gerente de aula, que le permita dosificar el conocimiento, que promueva valores, habilidades, destrezas en el grupo, para facilitar el proceso instrucción-aprendizaje.
Los alumnos carecen de participación activa en el proceso instrucción-aprendizaje, pues sólo son involucrados al momento de la evaluación, la cual se encuentra internalizada por los docentes como una medición de conocimientos; el fin aprendizaje se desvincula del proceso y comienza a tomar importancia en los alumnos el fin aprobar, con o sin aprehensión de conocimientos.
Educar es instruir a tener criterio propio, orientar al alumno a pensar, a ser libres pensadores, incentivar al alumno a ver más allá, leer absolutamente todo con una visión crítica, sin aceptarlo por el hecho de estar plasmado en un libro famoso o porque la mayoría de las personas consideran irrefutable tal cosa.
El docente (investigador, orientador, mediador, facilitador de conocimientos e integrador de los mismos) debe conocer estrategias para lograr en el alumno la espontánea manifestación de sus inquietudes, plantearle problemas, situaciones y guiarlo hasta que el participante exprese su opinión, establezca sus propias conclusiones, e interactúe con los demás participantes y sientan la emoción de haber logrado el aprendizaje.