Podemos esperar: perder la autonomía que ya habían ganado, pueden estar agitados, pueden estar extraordinariamente irritables, posiblemente cambios en los patrones de comunicación habituales de los niños, miedo a estar solo, miedo a ir a lugares que conocemos o a lugares desconocidos, miedo a separarse de los cuidadores principales, pensamientos reiterados sobre lo que ha ocurrido, a veces actúa lo que ha ocurrido, puede que tenga alteraciones del sueño.No hay que darle una excesiva atención (eso acrecentará la idea de que la gravedad de la situación es mucho mayor) y es importante darle información, pero no una sobreinformación.