Enfatizan que la autorregulación implica la coordinación de funciones mentales como la memoria, la planeación, la evaluación y la síntesis. Los alumnos usan las herramientas de sus culturas, como el lenguaje y los símbolos, para construir significados del contenido y las situaciones. Una característica clave es la interiorización de los procesos autorregulatorios, aunque los aprendices pueden adquirir estrategias de autorregulación de sus entornos, los modifican y adaptan para usarlos en sus sistemas autorregulatorios personales.