El respeto a los derechos humanos. Si bien la democracia consiste en la decisión por voto popular, no todo puede ser sometido a una consulta, y no todo le está permitido a los representantes electos. Obviamente, esto significa el respeto por la ley, pero también el acatamiento de leyes mucho más fundamentales, como son los derechos humanos universales. Ninguna democracia puede existir si el Estado violenta sistemáticamente, por acción o por inacción, los derechos básicos de su población.