La evaluación puede centrarse en los resultados de la intervención mediante el análisis de sus diversos efectos: positivos y negativos, directos e indirectos, intencionales o no, y a corto (output), medio (outcome) y largo plazo (impact); efectos en los beneficiarios, en otras personas o en el medioambiente; efectos a nivel individual, organizacional o a nivel del capital social; efectos en las capacidades y potencial de las personas, que aunque no son necesariamente logros o productos observables, es importante tenerlos en cuenta.