Los que se producen en mayor proporción son el metano y el bióxido de carbono, mientras que los que se producen en cantidades muy pequeñas son el nitrógeno, sulfuro de hidrógeno, hidrógeno y oxígeno, y en cantidades traza, monóxido de carbono, amoniaco, hidrocarburos aromáticos y cíclicos y un grupo de gases conocidos como compuestos orgánicos volátiles. Todos ellos generan problemas ambientales de diversa índole, que van desde olores desagradables hasta la contribución al aumento de la temperatura global. Además, varios de esos gases tienen un efecto directo nocivo sobre la salud humana