Uno de los inconvenientes derivados de esta tecnología, es que su instauración será progresiva, en algunas zonas tardará algunos meses en llegar, lo que siempre es un problema que frena la digitalización.
Otra de las principales críticas que ha recibido, es que realmente no es una alternativa, sino que su uso se convertirá en obligatorio, por lo que habrá que adaptarse forzosamente y afrontar los gastos arriba referidos. Entre ellos la adquisición de dispositivos compatibles, renovación de ordenadores, teléfonos móviles y tablets, lo que implicará un gasto que hay que tener en cuenta