Junto a los modelos subyacentes a los premios internacionales a la calidad, se han ido proponiendo otros marcos de implantación de la GCT. En prácticamente todos los casos, se trata de aportaciones sin un grado de sistematización como los modelos anteriores, que establecen las prácticas críticas para una implantación exitosa del enfoque. Su enfoque es más bien académico, y se centra en producir escalas útiles de medida de la implantación de la GCT, donde cada una de las prácticas son dimensiones del constructo. El procedimiento usual ha consistido en extraer los factores clave sugeridos en la literatura, así como las prácticas indicadas en modelos como el Malcolm Baldrige, junto a estudios de casos, para posteriormente (sea o no con la ayuda de métodos estadísticos como el análisis de componentes principales) deducir los factores críticos para la implantación, terminando con la demostración de la fiabilidad y validez de las medidas. Por todo ello, opinamos que no se trata de marcos útiles para la práctica directiva a la hora de introducir un sistema de Gestión de la Calidad basado en la GCT. Ello no debe ser óbice para su interés, pues permiten guiar la atención de la dirección hacia aquellas prácticas cuyo uso no puede desdeñar si desea lograr que la introducción de su sistema de GCT redunde en buenos resultados. De hecho, si analizamos con cuidado los trabajos citados, observaremos que prácticamente todas las prácticas citadas aluden a los mismos principios ya establecidos