Sus obras están habitadas por seres mitológicos, en paisajes en los que se confunden una inédita flora y fauna. Escenarios más cercanos a los sueños, razón por la que se le suele asociar con el surrealismo; sin embargo, según explica el curador e historiador del arte David Flores-Hora, Tilsa se mantuvo al margen de cualquier movimiento artístico. “Su vertiente pictórica es inclasificable, no existe nada parecido a Tilsa. Su pintura es reflejo de su personalidad, una sinceridad hacia ella misma, hacia sus intereses”,