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La reformulación de los trastornos de la personalidad en el DSM-V,…
La reformulación de los trastornos de
la personalidad en el DSM-V
¿Que son los rasgos de la personalidad?
Son patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y personales.
La personalidad constituye la identidad personal ante uno mismo y ante los demás.
Los rasgos de personalidad solo se transforman en trastornos de la personalidad cuando son inflexibles y des adaptativos, omnipresentes, de inicio precoz, resistentes al cambio y cuando causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo.
Clasificaciones actuales de los TP:
2) que haya una persistencia de la conducta en el tiempo y en casi todas las situaciones (estabilidad y consistencia)
1) que el comienzo del trastorno se ubique en la infancia o en la adolescencia (inicio precoz)
En este sentido es interesante la diferenciación del grupo de Tyrer2 entre pacientes de tipo R (sin conciencia de trastorno ni motivación para el cambio) y de tipo S (con conciencia de trastorno y motivación para la terapia), que puede ser de utilidad desde el punto de vista nosológico y que introduce una variable predictor de adherencia al tratamiento
3) que cause sufrimiento personal, problemas en el trabajo o dificultades en las relaciones familiares o sociales
Controversias sobre los trastornos de la personalidad desde la publicación del DSM-III/ DSM-IV
Los tipos de TP de las clasificaciones del DSM-IV y de la CIE-103 tienen una baja puntuación en propiedades psicométricas.
Se perpetúan por consenso y tradición.
Tyrer y Johnson establecen la siguiente graduación de mayor a menor gravedad:
2) trastorno simple de la personalidad, que consiste en uno o más diagnósticos de TP del mismo grupo o clúster.
1) acentuación de rasgos de la personalidad normal, pero sin alcanzar el diagnóstico de un TP.
3) trastorno complejo de la personalidad, que se refiere a dos o más TP de diferentes grupos.
4) trastorno severo de la personalidad, que se aplica cuando además se genera una grave disfunción social.
¿Tiene sentido mantener la distinción entre el Eje I y el Eje II?
los trastornos de la personalidad en un eje independiente
ya que no hay ninguna distinción fundamental, la propuesta de bastantes autores es que los TP sean considerados como una más entre las diferentes clases de trastornos mentales reconocidos en las clasificaciones internacionales.
Propuestas de futuro (DSM-V)
Las propuestas más interesantes pueden resumirse en cuatro grupos:
A: Propuestas sobre un perfil dimensional de las actuales o futuras categoría
B: Reorganización dimensional de los síntomas de los TP.
C: Modelos de espectro clínico.
D: Integración de los TP con el funcionamiento general de la personalidad.
Eysenck
con sus tres factores (extraversión, neuroticismo y psicoticismo)
Gray
añade otros dos (ansiedad o susceptibilidad al castigo e impulsividad o susceptibilidad al refuerzo)
Zuckerman-Kuhlman
plantean un modelo de cinco factores alternativos: neuroticismo-ansiedad, agresión-hostilidad, actividad, sociabilidad y búsqueda de sensaciones impulsiva no socializada.
Watson y Tellegen
adscriben los trastornos de la afectividad a dos disposiciones ortogonales: una bipolaridad afecto positivo/afecto negativo. El afecto positivo se define como la tendencia a experimentar emociones de valencia positiva y elevada activación (entusiasmo, excitación); en el afecto negativo están presentes las emociones de valencia negativa y de escasa activación (cansancio, tristeza).
Watson, Clark y Tellegen
desarrollaron una medida de estas dos dimensiones con el Cuestionario de Afecto Positivo y Negativo (PANAS)
Costa y McCrae,
:
que diseñó el modelo de los cinco superfactores de personalidad (neuroticismo, extraversión, apertura, amabilidad y responsabilidad), evaluables mediante el intrumento NEO-PI-R.
El nuevo concepto de trastorno de la personalidad
sugiere modificar el “patrón dominante de pensar, sentir y comportarse” (DSM-IV) por el de “fracaso en la adaptación” desde dos puntos de vista: defecto o deterioro en la identidad propia y/o fracaso en las relaciones interpersonales.
EL Eje II
Se ha propuesto suprimir los actuales Ejes II y III y juntar en un eje único todos los trastornos mentales y de la personalidad y las enfermedades médicas.
Nivel de funcionamiento de la personalidad
La psicopatología de la personalidad fundamentalmente emana de las perturbaciones en el pensamiento sobre sí mismo y los demás.
Descripción de las categorías diagnósticas de los TP en el borrador del DSM-V
Trastorno antisocial/psicopático
Trastorno evitativo
Trastorno límite
Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad
Trastorno esquizotípico
¿Valoración categorial o dimensional de los TP?
La clasificación de los trastornos de la personalidad que hacen tanto el DSM-IV-TR como la CIE-10 parte de una perspectiva categorial tradicional, cuyo antecedente se encuentra en el modelo clásico de Kurt Schneider , que considera a los TP como entidades patológicas individuales y delimitadas entre sí.
Pero el diagnóstico categorial en los TP tiene asociados graves problemas.
1) escaso ajuste entre pacientes y prototipos.
2) solapamiento de los criterios propuestos entre diversas categorías y trastornos del Eje I.
3) baja fiabilidad temporal y entre evaluadores.
4) pobre validez diagnóstica.
5) poca utilidad para el tratamiento.
Un acercamiento dimensional, por el contrario, ofrece diversas ventajas:
1) es sólido con la observación de límites difusos entre los trastornos y la normalidad.
2) es más acorde con la complejidad de los síndromes observados en la práctica clínica.
3) la medida dimensional se puede transformar en categorial, pero no al contrario
4) la categorización a partir de una dimensionalización permite variar los puntos de corte teniendo en cuenta las especificidades contextuales, culturales e individuales.
5) es posible hacer análisis más finos de las características de los pacientes.
6) se facilitan al terapeuta áreas de intervención concretas.
7) se mejora la fiabilidad de la evaluación.
8) la comorbilidad deja de ser un problema puesto que se puede definir a un individuo en función de sus características combinadas de rasgos y no de categorías.