El motín de Aranjuez fue una revuelta de carácter popular, respaldada por el Príncipe de Asturias, Fernando VII, entre el 17 y el 19 de marzo del año 1808, provocada por la difícil situación que atravesaba España como consecuencia de las guerras europeas y crisis del absolutismo, y dirigida principalmente contra el que entonces era auténtico dueño de la situación política española, Manuel Godoy.