Todo comienza cuando la cuchara vierte el metal fundido en un recipiente. De este recipiente, el material cae por un orificio refrigerado de cobre, llamado molde. Entonces, se solidifica y obtenemos una tira vertical de igual sección que el molde. A continuación, la tira pasa por unos rodillos, que aprovechando la elevada Tª del metal, colocan dicha tira horizontalmente para cortarla con unos sopletes. Sin embargo, antes de cortar, podemos aprovechar y pasar por unos trenes de laminación.