Existen innumerables circunstancias por las cuales el organismo animal puede perder líquidos, entre las más frecuentes contamos los procesos patológicos que interfieren con el consumo de agua y alimentos, pérdida de líquidos y electrolitos por procesos diarreicos y vómitos, heridas sangrantes, etc. ; además de la pérdidas naturales mediante la orina, las heces ,el jadeo, el sudor, la lactancia, etc.