A diferencia de la conclusión del autor del ensayo, de William Ospina, después del análisis histórico del comportamiento humano, yo no creo que haya mucha esperanza. Sí, puede que hayan algunas personas que estén interesadas en cambiar su forma de vivir para que la vida de la especie humana siga y que el mundo se cure de las heridas que nosotros, los hombres, le hemos hecho. Pienso que es posible que haya cambios, pero no para el largo plazo. En el ensayo uno de los puntos que me parece más importante, es el hecho de que el hombre nunca se va sentir completamente satisfecho; siempre va a querer más y siempre va a haber alguien que se lo de. Esto nace por la búsqueda de (como diría Estanislao Zuleta) el retorno al huevo, una promesa de felicidad cuya causa es la facilidad de vivir, el aburrimiento eterno. Esto ha sido un problema que hemos tenido como raza desde hace siglos. En este ensayo Ospina dice que los pueblos de Suramérica y África sabían lo que era realmente importante, sabían la importancia del planeta tierra y por eso la cuidaban sagradamente. Yo pienso que eso sí fue verdad, pero desde las conquistas hasta ahora, esa sabiduría se reduce cada vez más, pues (como ciudadana Colombiana) a los ciudadanos tercermundistas les enseñan que deberían ser cada vez más como los primermundistas (como los pueblos europeos). Para que haya esperanza, se tiene que tener un punto de vista unánime de qué está bien, qué no, y qué se tiene que hacer para mejorar la situación en la que estamos, porque no está en duda que sí hay que mejorar. Pero, ¿será que los ciudadanos europeos (que se describieron en el ensayo) están dispuestos a sacrificar su comodidad?, porque al fin y al cabo si el mundo se acaba, no va a ser en esta generación, no los va a afectar directamente a ellos. Esta es la misma falta de empatía que en el ensayo explicó que tenían, al tomar responsabilidad por los efectos de la industrialización. Para que haya cambios a largo plazo, hay que llegar a un consenso general, a un consenso como raza humana, a decisiones que en conjunto tomamos para asegurar una vida de calidad en la tierra. Y yo creo, que para el momento que esto se logre, probablemente ya sea muy tarde.