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LAS TENTACIONES DE JESÚS - Coggle Diagram
LAS TENTACIONES DE JESÚS
El Espíritu condujo a Jesús al desierto para que fuera tentado por el diablo (Mt 4,1)
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Jesús fue probado en todo como nosotros, menos en el pecado.
La victoria que obtuvo en las tentaciones era un adelanto a la victoria que se vendría con su muerte.
Y después de estar sin comer cuarenta días y cuarenta noches, al final sintió hambre.
Entonces se le acercó el tentador y le dijo « Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan.» Pero Jesús le respondió: «Dice la escritura: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mt 4, 2-4)
Los 40 días es una representación de Moisés, Abraham, pueblo de Israel. Los cuarenta días de ayuno abrazan la historia que Jesús asume.
Estos cuarenta días de ayuno, arrojan abundante placer y ganas de comida. Eso es lo que le ofreció a Jesús y lo sigue ofreciendo satanás, placeres, por ejemplo relaciones sexuales, drogas, etc.
Satanás dijo a Jesús «Si eres Hijo de Dios...» Se interpone la burla y tentación.
Con estas palabras transmitía que era libre para hacerlo, que ignore la Palabra de Dios, que demuestre quien dice ser.
Jesús sí tenia hambre, ganas y placer de comida, pero Él hizo la voluntad de Dios y no la suya; obedeció y confió en el Padre.
Satanás dijo que convierta piedras en pan, pero las piedras no se comen. El demonio nos inclina a ver lo malo como algo bueno y justificarlo para que así el ser humano caiga en tentación.
Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del Templo. y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, pues la Escritura dice: Dios dará órdenes a sus ángeles y te llevarán en sus manos para que tus pies no tropiecen en piedra alguna.» Jesús replicó: «Dice también la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios» (Mt 4,5-7)
En esta tentación, el demonio ataca con la Palabra de Dios, tergiversándola y dándole otro sentido, pero Jesús también, vence la tentación con la Escritura.
La mala interpretación de la Biblia genera un Anticristo. Ahora, los seres humanos cambiamos la Escritura a lo que queremos que Dios sea y de esta manera hacer nuestra voluntad y no la de Él. Pues, en la Primera Carta a Timoteo se expresa que «...Renegarán de la fe para perseguir espíritus seductores y doctrinas diabólicas» *(1Tim 4,1)
Por la mala interpretación que el diablo da a la Escritura, muchas veces podemos sentir que los textos bíblicos pueden engañarnos porque nos hace falta el espíritu de obediencia a Dios.
Esta tentación, es una disputa entre la correcta interpretación de la Biblia, pues es un debate sobre quién es Dios.
Cristo no se arrojó en ese momento, pero sí descendió al abismo de la muerte como acto de amor de Dios a los hombres y así cayó en las manos bondadosas del Padre, con este acto se dio un verdadero sentido al Salmo 91.
Quien hace la voluntad de Dios, así se encuentre solo en este mundo, jamás perderá la protección de Aquel que nos ama; Dios.
A continuación, lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todas las naciones del mundo con todas sus grandezas y maravillas. Y le dijo: «Te daré todo esto si te arrodillas y me adoras.» Jesús le dijo: «Aléjate, Satanás, porque dice la Escritura: Adorarás al Señor tu Dios, y a Él solo servirás» (Mt 4, 8-10)
Se expresa de manera clara, que el diablo no quiere que se le adore a Dios sino a él. Pero satanás solo ofrece cosas mundanas y Dios la salvación.
El Señor tiene poder en el cielo y la tierra y aquel que tiene este poder posee el auténtico, el poder de salvación. Solo aquel poder que se acoge a Dios y tenga su bendición es de confianza.
El Reino de Dios es eterno y maravilloso es muy distinto a los reinos terrenales que Satanás muestra; como el dinero, poder, etc. pues estos tan solo son pasajeros.
El tentador no propone adorarlo directamente sino nos direcciona a decidirnos por lo racional, planificado y organizado dejando a Dios de lado.
Jesús con su muerte trajo a Dios y con Él la verdad, fe, esperanza y amor, por eso, ese reino que le ofreció Satanás a Jesús se ha ido desmoronando porque solo son apariencias, en cambio la Gloria de Amor y humildad de Dios no ha desaparecido ni desaparecerá.