Este fenómeno fue característico de Hispanoamérica a partir de su independencia y hasta aproximadamente 1860, aunque se sigue dando en la actualidad. El caudillismo consiste en el predominio político de ciertos líderes que logran acumular cierta cuota de poder político ya sea por las armas u otros medios. Cuando concluyeron las luchas por la independencia, la mayoría de los próceres se hicieron pagar sus sacrificios con la Presidencia de la República, como Bolívar, Sucre, O´Higgins, etc. Un aspecto positivo del caudillismo es la formación de una conciencia nacional en la mayoría de los países. No obstante, este sistema dio lugar a la aparición de regímenes continuistas, que impidieron el desarrollo del sistema democrático.