A su vez, Glazman y De Ibarrola (op. cit. págs. 59-70), con una visión más amplia, definen a la evaluación del plan de estudios como:
un proceso objetivo y continuo, que se desarrolla en espiral, y consiste en comparar la realidad (objetivos y estructuras del plan vigente) con un modelo, de manera que los juicios de valor que se obtengan de esta comparación, actúen como información retro alimentadora que permita adecuar el plan de estudios a la realidad, o cambiar aspectos de ésta.