La mano humana es un sistema muy complejo, el cuál puede incluso cambiar su forma en respuesta al tipo de tarea que debe realizar. Además, cabe mencionar que el control de este sistema actúa de forma jerárquica y por lo tanto requiere de un esfuerzo consciente mínimo para llevar a cabo una tarea de manipulación. (Kyberd, Light, Chappell, Nightingale, Whatley, Evans, 2001, p.593)