El paciente es un hombre de 36 años, casado sin hijos, de profesión arquitecto y de buen nivel socioeconómico. En la actualidad vive con su mujer con la que mantiene una buena relación.
El paciente acude a consulta aquejado de un problema para mantener el sueño, acompañado de frecuentes despertares durante la noche. Este problema inició hace aproximadamente 10 días y ha venido empeorando. Un dato coincidente es el inicio de un proyecto de construcción de gran importancia y alto financiamiento por el cual debe dar una garantía. Actualmente otras molestias que refiere son: frecuentes dolores de cabeza, cansancio, agotamiento, dolor cervical y falta de concentración. En los últimos días ha comenzado a tener movimientos torpes, especialmente en las manos y una propensión a estados de tristeza y mal humor.