A fines de 1998, un consorcio integrado por Environmental Enterprises Assistance Fund (EEAF), un banco brasileño (Banco Axial) y Sustainable Development Inc. (SDI), en colaboración con la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial, anunciaron que habían reunido el capital necesario para establecer un fondo ecológico privado de capital de riesgo, con fines de lucro, para América Latina denominado Terra Capital.
El fondo invierte en pequeñas y medianas empresas, financiando la inversión inicial de expansión, reestructuración, desarrollo de nuevos productos, etc.
Efectúa inversiones comprendidas entre US$500.000 hasta un máximo de 15% del capital total comprometido en proyectos vinculados con explotación agrícola, manejo y conservación forestal, ecoturismo y otras actividades relacionadas con la biodiversidad, cuyos criterios ambientales son definidos por un Comité Asesor de Biodiversidad.