En estos siglos el mundo romano alcanzó su máximo esplendor con emperadores como el propio Augusto, Claudio, Vespasiano, Trajano y Marco Aurelio. Fue un periodo mucho más tranquilo que el anterior y recibió el nombre de la PAX ROMANA. Esta paz impulsó la prosperidad económica y cultural.
El Imperio llegó a su máxima extensión desde las Islas Británicas al norte hasta el Sáhara al sur y desde Mesopotamia al este e Hispania al oeste.
Todo ello dio lugar a la romanización: asimilación por los distintos pueblos conquistados de la cultura romana (latín, derecho romano, dioses, calendario).