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La ética del cuidado y Carol Gilligan
Introducción
El presente artículo busca explicar y debatir los diferentes caminos para desarrollar la moralidad desde el punto de vista que defiende la igualdad, la justicia y la ética para todos.
Teoría del desarrollo moral de Kohlberg
Entre los años 50' y 70' Kohlberg desarrolló una prueba con niños para descubrir la base de la moralidad en base a situaciones.
Partió del teoría de Piaget para plantear sus estadios:
• El primer estadio: orientación al castigo y la obediencia
• El segundo estadio: individualismo, los fines instrumentales y el intercambio
• El tercer estadio: expectativas interpersonales mutuas y conformidad interpersonal
• El cuarto estadio: sistema social y conciencia
• El quinto estadio: orientación hacia el contrato social
• El sexto estadio: orientación a los derechos individuales
Dichos estadios se enmarcan en tres niveles de desarrollo moral: nivel preconvencional, convencional y posconvencional, que “representan perspectivas distintas que la persona puede adoptar con relación a las normas morales de la sociedad”.
La crítica de Gilligan
Para Gilligan la teoría y conclusiones de Kohlberg era excluyente y no tomaba en cuenta aspectos de la mujer en el desarrollo de la moralidad.
Es por ello, que Gilligan decide replicar el experimento de Kohlberg en niños y niñas donde encontró ciertas diferencias en la forma en la que estos niños según su genero desarrollan el aspecto de la moralidad.
Es así que define dos tipos de ética; la ética del cuidado (mejor desarrollada por las niñas) y la ética de los derechos (mejor desarrollada por los niños).
Como conclusión, no es que la mujeres no desarrollan la moralidad o fueran carentes de ello, sino que la desarrollan desde una perspectiva distinta y más humana.
Luego, Gilligan define a la ética del cuidado como: La ética asociada al aspecto humano, donde se encuentra la responsabilidad, el compromiso y lo valores para buscar la atención digna y el cuidado de uno y los demás.
Frente a estas posiciones teóricas e incluso ideológicas, Gilligan es la encargada de realizar una crítica feminista de la teoría del desarrollo moral de Kohlberg. Para Gilligan “las mujeres no son menos maduras moralmente que los hombres, simplemente tienen una voz diferente”.
Su crítica muestra que otros caminos de desarrollo moral son posibles. Por tanto, Gilligan trata de expandir el ámbito de la moralidad proponiendo la noción de ética del cuidado y sentando las bases para su posterior diálogo y complementación con la ética de la justicia.
La ética de la justicia y del cuidado
Gilligan puso en manifiesto que el desarrollo moral de las mujeres es diferente al de los hombres, pero igualmente valioso. Explica que las mujeres en vez de aplicar principios éticos abstractos a cuestiones morales, o teorías tradicionales, buscan emplear estrategias diferentes en la toma de decisiones. Su juicio moral sigue una secuencia, en la cual primero se trata de la sobrevivencia, luego de la benevolencia y por último de la comprensión reflexiva del cuidado para la resolución de conflictos.
Ética de la justicia
Se basa en el respeto de los derechos formales de los demás, es decir actuar sin afectar los derechos de los demás, tiene en cuenta asumir reglas que reduzcan la invasión de otros derechos y así limiten el daño al mínimo.
Ética del cuidado
Se basa en la responsabilidad y compromiso con los demás. Tiene en cuenta la preocupación por la posibilidad de omisión al no ayudar cuando podríamos hacerlo. Asimismo, se basa en la comprensión de las relaciones interpersonales. De ahí surge un reconocimiento de las responsabilidades hacia los demás. Por último, no se ciñe únicamente al cumplimiento las reglas, sino a cualquier acción que se considere como moral.
Conclusiones
En síntesis, la filosofía feminista contemporánea ha logrado una nueva forma de entender y aplicar la ética del cuidado, hacia la universalidad.