El mito de la caverna quiere explicar el verdadero conocimiento. Nuestro conocimiento habitual, cotidiano, está basado, muchas veces en datos, en noticias que no son verdaderas, que son falsas o al menos ambiguas y confusas. Muchas de las verdades que nosotros creemos que son tales y que dependen de nuestro conocimiento limitado, son inexactas, imprecisas, ambiguas, confusas. Solo buscando ese conocimiento fuera de las verdades cotidianas, lograremos un mejor conocimiento de la verdad que es ilimitado, nunca se agota.