Los tipos de vínculo que se han descrito se han visto relacionados con patrones de conducta y con desarrollos posteriores de personalidad característicos. En este sentido, la preocupación que inicialmente la Organización Mundial de la Salud tuvo por las necesidades de los niños huérfanos de la Segunda Guerra Mundial, hace más de medio siglo, pareciera ser una tarea pendiente en muchos países, especialmente en aquellos que aún luchan por asegurar condiciones materiales mínimas para su población. En este sentido, la investigación en vínculo temprano y su posterior aplicación, abren un abanico de posibilidades de intervención en relación con el mejoramiento de la calidad de vida de la población y la disminución de los gastos que anualmente se destinan a salud infanto juvenil, no sólo aplicables a salud mental, sino que también física.