Corregir la deformidad manteniendo la movilidad normal, ya sea de la cadera, pie, columna, etc. Por ejemplo, en el caso del pie, deberá ser plantígrado con una superficie de apoyo sobre el piso, debe permitir al niño usar calzado normal y tener una apariencia lo más “normal” posible. Al tratarse del tratamiento de una cadera o pierna, deberá permitir la posibilidad de mover las articulaciones en toda la amplitud de movimiento y la posterior deambulación.