Es importante realizar una técnica quirúrgica cuidadosa con una asepsia rigurosa, profilaxis antibiótica adecuada, profilaxis antitrombótica con heparinas de bajo peso molecular y vendaje de extremidades inferiores según factores de riesgo, hemostasia escrupulosa, uso de drenajes aspirativos, y vendajes compresivos. La elección de una técnica u otra dependerá de diversos factores: tamaño de la eventración, situación clínica del paciente, experiencia del cirujano.