Se conoce como Revolución Industrial al proceso de transformación en los modos de producción y comercialización de bienes. Esta transformación tuvo un enorme impacto en las relaciones laborales, así como en la organización social y económica de los Estados europeos al comienzo y del resto del mundo, en pocos años.
Con el tiempo, modificó las relaciones sociales, las costumbres de la población y el sistema de relaciones entre los Estados, generando grandes cambios a escala global.
Se puede dividir el proceso de Revolución Industrial en dos etapas. La primera, que llamamos Primera Revolución Industrial, se inició en Inglaterra a fines del siglo XVII y continuó en el siglo XVIII. Los bienes manufacturados pasaron de ser producidos de manera manual en talleres o pequeñas unidades productivas a ser fabricados por máquinas en grandes fábricas.
La segunda, denominada Segunda Revolución Industrial, fue un fenómeno de mediados del siglo XIX. Tuvo un fuerte impacto en el transporte y las comunicaciones, así como en la aparición de nuevas industrias como la química y la del acero.