Cambios o pérdidas del puesto de trabajo frecuentes, No finalizar tu formación educativa, Múltiples problemas legales, por ejemplo, ser condenado a prisión, Relaciones conflictivas, problemas en tu matrimonio o divorcio, Causarte daño a ti mismo, como cortes o quemaduras, y hospitalizaciones frecuentes, Involucrarte en relaciones abusivas, Embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual, accidentes automovilísticos y peleas debido a una conducta impulsiva y riesgosa, Intento de suicidio o suicidio logrado, Depresión, Consumo inadecuado de alcohol u otras sustancias, Trastornos de ansiedad, Trastornos de la alimentación, Trastorno bipolar, Trastorno de estrés postraumático (TEPT), Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)