Los signos del trastorno negativista desafiante, por lo general, comienzan durante los años preescolares. A veces, el trastorno negativista desafiante puede manifestarse más tarde pero, casi siempre, antes de los primeros años de la adolescencia. Estos comportamientos causan un deterioro importante en la vida familiar, en las actividades sociales y en la vida escolar y laboral.