Dolores de cabeza, dolor a largo plazo, dificultades para conciliar el sueño, salud física y mental deficientes, asma, síndrome del intestino irritable, ansiedad grave, estrés o miedo, abuso del alcohol o de las drogas, depresión, trastornos de la conducta alimentaria, infecciones de transmisión sexual, embarazo, tendencia a autoflagelarse o suicidio, embarazos no deseados