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DEFINICIÓN Y CLASIFICACION DE LAS INFECCIONES EN CIRUGÍA. - Coggle Diagram
DEFINICIÓN Y CLASIFICACION DE LAS INFECCIONES EN CIRUGÍA.
La infección es el resultado dinámico de los procesos de penetración, desarrollo y crecimiento de gérmenes dentro de los tejidos, así como sus consecuencias fisiopatológicas.
No existe una neta diferenciación entre infecciones médicas y quirúrgicas, consideramos infecciones quirúrgicas aquellas que requieren tratamiento quirúrgico o resultan del mismo
Podemos incluir a las infecciones que son consecuencia directa de cualquier traumatismo (p.e. osteomielitis tras una fractura abierta) a las que se producen como consecuencia de un acto quirúrgico.
De modo directo (p.e. infección de herida) o indirecto (p.e. neumonía postoperatoria)
Modo espontáneo precisan de tratamiento quirúrgico (p.e. apendicitis aguda).
Los tres principales determinantes de la infección son el cirujano, el patógeno y el paciente. El desarrollo de una infección en el área intervenida depende del equilibrio entre las defensas del organismo y las bacterias agresoras.
Este equilibrio depende de:
– Cantidad de inóculo bacteriano presente en el sitio quirúrgico.
– Tipo y virulencia del organismo agresor.
– Mecanismos de defensa del huésped.
– Factores de riesgo.
La infección puede prevenirse si se reduce el inóculo a una magnitud susceptible de ser eliminada por el propio huésped, si se incrementa la capacidad de los tejidos para eliminar las bacterias presentes o mediante una combinación de los dos mecanismos.
Los factores de riesgo pueden dividirse en endógenos (atributos individuales de cada paciente que pueden ser difíciles de controlar en el preoperatorio) y exógenos (características generales sobre las que puede influir el cirujano o el sistema sanitario).
Es la complicación más frecuente de la cirugía y una importante fuente de problemas clínicos y económicos para los sistemas de salud.
La reducción de su incidencia es importante por su impacto en el confort de los pacientes y en los recursos sanitarios utilizados.
Infección que afecta la piel y el plano subcutáneo (durante los primeros 30 días) Y, (al menos uno de los siguientes criterios):
– Descarga de pus por la incisión superficial
– Aislamiento de organismos en un cultivo de fluido o tejido tomado de forma aséptica de la incisión superficial o del subcutáneo.
– Apertura deliberada de la incisión por el cirujano*, excepto si el cultivo de la incisión es negativo, Y, al menos uno de los siguientes signos o síntomas de infección: dolor espontáneo o dolor a la presión, edema localizado, eritema o calor.
-Superficial: dentro de los 30 días postoperatorios que involucre sólo piel y tejido celular subcutáneo sin sobrepasar la fascia muscular. No se aplica a la episiotomía ni a la circuncisión.
-Profunda: dentro de los 30 días postoperatorios si no hay implante definitivo o dentro de 1 año si lo hubiera y que parezca relacionada con la cirugía e involucre tejidos profundos (fascia y/o planos musculares).
-De órgano y/o cavidades: dentro de los 30 días postoperatorios si no hay implante definitivo o dentro de 1 año si lo hubiera y que parezca relacionada con una cirugía e involucre cualquier sitio anatómico distinto de la incisión, como órganos o cavidades profundas (pleura, peritoneo, retroperitoneo, espacio aracnoideo, etc.) abiertos o manipulados durante un acto quirúrgico.